La Kinesiología para embarazadas tiene como objetivo prevenir y tratar todos los tipos de trastornos musculares y articulares que se presenten y principalmente los de la región abdominal, pélvica y lumbar.
Se fundamenta en las intervenciones conservadoras, no quirúrgicas ni farmacológicas. Debido a su naturaleza no invasiva y discreta pone al kinesiólogo en la cabeza de los diferentes profesionales de salud que valoran a los pacientes con problemas funcionales.
Los recursos empleados se basan en el conocimiento y habilidades específicas que incluyen intervenciones como el diagnóstico kinésico, la educación e información de las embarazadas y sus parejas, el entrenamiento del cuerpo en su totalidad y de la musculatura del periné, el uso de la estimulación eléctrica y biofeedback, entre otras.
La posibilidad de combinar la kinesiología con otros tipos de tratamientos, el bajo riesgo de efectos secundarios y los costos moderados a bajos son sus grandes ventajas, mientras que las limitaciones dependen de la motivación y perseverancia de las futuras mamás.
Las opciones de tratamiento kinesiológico y su eficacia pueden beneficiar a un gran número de mujeres durante el embarazo.
Muchos estudios evidencian que el parto es el principal responsable de las disfunciones del piso pélvico como consecuencia de la hiperextensión muscular y de los nervios al que es sometido durante el nacimiento. Incluso cuando el parto es “normal”, ocurren lesiones perineales y alteraciones de las estructuras de sostén de las vísceras pélvicas, muchas de las cuales a pesar de pasar desapercibidas se puede traducir en incontinencia urinaria y/o ano-rectal, estreñimiento y prolapsos (descenso de los órganos).
La cesárea programada disminuye el riesgo de incontinencia frente al parto vaginal, pero el embarazo por sí solo es considerado un factor de riesgo, ya que durante éste se producen una serie de cambios hormonales y mecánicos que afectarán la musculatura perineal y estructuras que mantienen en su posición a los órganos pélvicos. Por ejemplo, el aumento de peso que debe soportar el útero durante el embarazo y el efecto relajante de las hormonas durante esta etapa, puede debilitar el piso pélvico.
¿Que pasa durante el embarazo?
Una mujer embarazada presenta una serie de cambios físicos, orgánicos y mentales. Durante nueve meses la futura mamá pasará por momentos de alegría, miedo, dudas y por un sinfín de información. Por esta razón, es importante contar con un buen acompañamiento profesional, con el fin de obtener la información necesaria para mejorar el estado físico, prevenir las molestias asociadas al embarazo, romper el círculo de “miedo-tensión-dolor” y prepararse para el parto.
No hay que olvidar que para el papá también es algo nuevo y desconocido. Es importante darle también la responsabilidad y participación en este momento, ya que el padre es un apoyo físico y emocional fundamental.
Una gestante entrenada e informada es más activa y participativa en el parto y por regla general, reduce el esfuerzo y tiempo de parto, además de agilizar la recuperación física.
Directrices de American College of Obstetrician and Gynecologists
- El ejercicio regular es preferible a la actividad intermitente. Se han de desaconsejar las actividades competitivas
- El ejercicio intenso no se ha de realizar durante un periodo de enfermedad febril.
- Se han de evitar los movimientos bruscos, saltos, etc. El ejercicio se ha de efectuar sobre un suelo de madera o superficie protegida para reducir los impactos y tener una marcha segura.
- La flexión y la extensión amplia de las articulaciones se han de evitar a causa de la laxitud de los tejidos. Las actividades que requieren saltos, movimientos rápidos o cambios bruscos de dirección se han de evitar por la inestabilidad articular,
- Los ejercicios intensos han de estar precedidos por un periodo de 5 minutos de calentamiento muscular.
- Los ejercicios intensos tienen que ir seguidos de un periodo gradualmente decreciendo y que incluya estiramientos estáticos suaves. A causa de la laxitud aumenta el riesgo de la lesión articular, los estiramientos no se deben hacer en punto de máxima resistencia.
- La frecuencia cardiaca se ha de medir en los momentos de máxima actividad. Los límites de frecuencia cardiaca establecida en la consulta con el médico no han de sobrepasarse.
- Al levantarse del suelo hay que hacerlo poco a poco para evitar la hipotensión ortostática (mareos)
- Es conveniente tomar abundante líquido antes y después del ejercicio para evitar la deshidratación
Las Sesiones de kinesiología para embarazadas
El parto en sí puede resultar agotador, pero debemos tener en cuenta que naturalmente la mujer está preparada para soportar un parto vaginal. Gran parte de las lesiones se producen de forma iatrogénica (causa externa) y se podrían minimizar si durante el parto se respetara su curso, de ahí la importancia de la postura que adoptemos y del tipo de pujo.