¿Se necesitan las tomas nocturnas para que el desarrollo del bebé sea el correcto?.
Cuando conversamos sobre las tomas nocturnas, es muy frecuente escuchar esta pregunta en las mujeres que se han convertido en mamás y, sobre todo, las que lo han hecho por primera vez. La verdad, es que durante los primeros meses de vida del bebé, estas tomas son realmente necesarias y ya veremos por qué.
De todos modos, es importante recordar que cada mamá lo hace de la mejor manera que cree posible y con la mayor dedicación y amor que conocen.
Las primeras semanas de vida del bebé, es importante alimentarlo frecuentemente, ya que toman poca cantidad, debido al tamaño pequeño de su estómago. Se debe amamantar cada 2 a 3 horas y sin importar si es de día o de noche. Hay bebés que amamantan cada 4 horas y otros cada 90 minutos. Todo es normal, ya que cada individuo tiene su propio reloj biológico y capacidad gástrica.
Hay que conocer esto, ya que, en muchos establecimientos, se incita a generar una especie de programación para darle pecho al bebé, normalmente cada cuatro horas y, no es correcto. Hacer un horario de alimentación para el bebé es retrógrado, si el bebé tiene hambre antes de ese periódo llorará, tu te vas a estresar, le bajará la glicemia y estresaremos una situación que debiera ser amable y fluyente, de modo que cuando tu bebé se mueva de cierta forma o haga un cierto ruido, sabrás que es hora de darle pecho.
Para amamantar, lo primero que tienes que saber, es que el control lo tiene el bebé, ya que dependerá de su nivel de saciedad la frecuencia y duración de la toma. Por lo que la libre demanda es crucial para mantener el volumen de leche adecuado a las necesidades de tu bebé.
Algunos padres suelen distanciar las tomas incluso antes del mes de vida, sin saber que podría provocar glicemias y deshidratación, por lo que se sugiere no intentar organizar los horarios antes de que el bebé lo haga por si mismo.
A partir de la tercera semana, el organismo del bebé adquiere mayor capacidad de almacenar glucosa y disminuye el riesgo de hipoglicemias, ha aprendido la succión más profunda y, a esta altura, una extracción más efectiva, por lo que naturalmente, se comienzan a distanciar las tomas de día y tomas nocturnas.
Enumeremos entonces, algunas razones por las que debemos continuar con las tomas nocturnas:
- Cuando llega la noche y durante la madrugada, se producen cambios en la composición de la leche materna, que benefician tanto al bebé como a la madre.
- Entre las 2 y las 6 de la mañana, aumenta el nivel de una hormona llamada Prolactina, que está a cargo de la producción de leche. La succión del bebé entre esas horas, estimula la hormona, haciendo que aumente su producción y estableciendo la cantidad de leche que tendrá al día siguiente.
- Lo que facilitará al bebé a alimentarse tranquilamente, logrando también siestas y sueños más profundos.
- Durante la noche también, aumenta el triptófano y la melatonina, aminoácido y hormona que regulan el sueño, lo que ayuda a ambos a estar más calmados y duerman mejor.
- Aumentan los niveles de oxitocina, logrando alcanzar el sueño de manera más profunda, estar más relajados y descansados.
- Aumenta el tiempo piel a piel, generando grandes beneficios en el ámbito afectivo, dando mayor confianza a la madre y más seguridad al bebé.
Estos y otros beneficios son los que entregan las tomas nocturnas.
Sé que es difícil y en algunos momentos hasta agotador. ¡Pero vamos! ¡Pasa tan rápido el tiempo que, cuando estes desde el otro lado, mirarás hacia atrás y te alegrarás de haber luchado por mantener la lactancia materna y haberlo logrado!